miércoles, 30 de mayo de 2012

Después de 9 años ¿qué nos queda?



Después de 9 años del, para ellos "mejor gobierno después de Perón", ¿qué nos queda?

¿Todos pudieron acceder al techo propio?
¿Tenemos una vida con menos preocupaciones económicas?
¿Podemos salir a la calle tranquilos?
¿Viajamos mejor?
¿Estamos disfrutando de un nivel de vida aceptable?
¿Nos sentimos libres de hacer con nuestro dinero lo que querramos?
¿Tenemos la posibilidad de votar a nuevas alternativas políticas?
¿Somos una sociedad más justa?
¿Hay una real redistribución de la riqueza?
¿Podemos acceder a una educación y salud pública de calidad?
¿Tenemos un país sustentable, ambiental y socioeconómicamente?

Entiendo que durante este período se han resuelto algunos asuntos pendientes (DDHH, deuda externa, medios) de gobiernos anteriores (de los que muchos miembros del actual gobierno han formado parte). Sin embargo noto que no hay construcción a futuro, tanto en el corto como en el mediano plazo. Siempre estamos mirando hacia atrás, a tiempos de la dictadura y la crisis del 2001.
Compararse contra un -10 siendo vos un -5, a la larga es beneficioso (sos un +5).
Pero seguís siendo un -5, en un país que con un 0 se conformaría.

Un gobierno que se tilda de "progresista", ¿no debería hacernos "progresar"? ¿no debería pensar en el futuro? ¿no debería ayudarnos a ser y estar cada vez mejor?


Hemos pasado casi una década de una bonanza económica sin precedentes, con oportunidades únicas a nivel global.
¿Las hemos aprovechado bien?
¿Estamos viviendo mejor que nuestros padres o abuelos?
Y con "mejor" no sólo me refiero a lo económico...

¿Qué nos queda? ¿Qué le dejamos a nuestros hijos?
¿Podemos ser capaces de hacer cosas que no vamos a ver en el futuro lejano?

Somos un país joven todavía, pero es tiempo de dejar la adolescencia y pasar a la adultez.

viernes, 4 de mayo de 2012

On an island



Uno de los objetivos primordiales de la publicidad es generar emociones en los espectadores.
"Tocarles una fibra", como se dice en la jerga del ramo.
El segundo paso, es convertir esa emoción en una acción.
La mayoría de las veces, esa acción es una compra.
Aunque también la reacción de la gente puede estar relacionada con adherir a una opinión, ayudar a difundir un mensaje o simplemente comentar esa publicidad con sus amigos.

Me parece que en el caso del (ahora) famoso spot de Y&R sobre Malvinas, todos estos objetivos se cumplieron con creces.
Sin embargo, veo un problema: el anunciante.
Debe ser una de las pocas veces donde lo que se discute no es tanto la idea como la "marca" que la firma.
Si el spot hubiera sido para TyC, como fue la idea original, tal vez hubiera levantado polvareda, aunque en una menor escala creo.

Que la Presidencia de la Nación sea el anunciante, convierte a este aviso publicitario en una especie de "propaganda" paga (recordar que la propaganda es la difusión -propagación- de una idea o pensamiento a través de medios no pagos -pautados-).
Y lo que dice la "propaganda" no contribuye a nada.

¿Por qué?

1) No suma más adeptos a la "causa". Todos los argentinos creemos y queremos que las Islas vuelvan a ser parte de nuestro territorio (después vemos el por qué).
2) Genera tensiones diplomáticas innecesarias.
3) Genera enfrentamientos (discursivos, por suerte) entre los mismos argentinos.
4) Fomenta la imagen de autoritarismo que el gobierno viene forjando con sus últimas decisiones.
5) El hecho de haber sido grabado "a escondidas", resta puntos a la imagen y transparencia de nuestro gobierno.

Otra de las lecturas tiene que ver directamente con la agencia, Young & Rubicam Buenos Aires.
Cuando ayer Martín Mercado (DGC) le explicaba los pormenores de la producción del spot (que fue grabado y luego ofrecido a diversos anunciantes) a los medios, resaltaba la creatividad como fundamento principal para el desarrollo de la idea.
De este modo, no sólo "bancaba" a su agencia, sino que también despegaba al gobierno del incidente.
Con lo que no contaba Mercado (un publicitario a quien admiro profundamente) es con la respuesta de Y&R Worldwide y del mismísimo Martin Sorrell, dueño del grupo WPP, propietario de Y&R.

Sin embargo, creo que el "error", estuvo más del lado del gobierno que de la agencia (tal vez sí pueda achacársele el hecho de haber ofrecido el spot al gobierno).
¿Por qué? Simplemente porque debió saber que la agencia era una subsidiaria de un holding de origen británico.
En estos tiempos hipermediatizados y ultradetallistas, deslices como ése no suelen ser "perdonados" por los medios y la opinión pública.

De este modo, una idea desafiante e impactante como ésta, pierde consistencia y se enmaraña en una red interminable de opiniones y discusiones sin sentido, que tapan la verdadera razón de todo esto: recuperar las Islas Malvinas.

Pero por las buenas.
Y jugando limpio.


EDIT: Tal vez esté bueno hacer el ejercicio y preguntarse qué hubiéramos sentido o cómo hubiéramos reaccionado si el comercial incluía a un atleta británico y era firmado por el gobierno kelper.