lunes, 27 de agosto de 2012

La educación no (siempre) aumenta nuestra inteligencia



Thomas Hills es profesor asociado de psicología de la Universidad de Warwick. Junto con Ralph Hertwig de la Universidad de Basilea hace poco publicó un trabajo titulado Why Aren’t We Smarter Already: Evolutionary Trade-Offs and Cognitive Enhancement (Por qué no somos ya más inteligentes: Transacciones evolutivas y mejora cognitiva).

Si bien aún no he leído el libro, a través de ciertas reseñas pude averiguar que el mismo se trata, básicamente, de averiguar por qué no hemos evolucionado hasta ser más inteligentes.

Obviamente, una de las primeras cuestiones que sale a la vista es el tema de la educación, la herramienta que para el imaginario colectivo proporciona las mayores posibilidades de incrementar la inteligencia de una persona. Sin embargo, Hills cuestiona la función de la educación como potenciadora de nuestra inteligencia.

"Desde luego que la educación no aumenta nuestra inteligencia. No estamos sugiriendo que uno no pueda leer un libro y ser más inteligente Sabemos por innumerables estudios que, si les damos a los chicos acceso a más recursos y un mejor entorno de aprendizaje, serán más inteligentes. Nuestro punto de interés es el aumento de la inteligencia a lo largo del tiempo de evolución y, específicamente, las habilidades cognitivas como la memoria y la concentración. Más memoria y concentración no necesariamente son lo mejor. Quizá no le convenga estar tan concentrado que no oiga el grito de '¡Cuidado!' o tener una memoria tan perfecta que reviva instantáneamente el dolor que sintió en algún momento de su vida." 

Como podemos ver, Hills no cuestiona tanto la educación en sí como su implementación, no sólo en las aulas sino también fuera de ellas. Es el típico caso donde el cómo puede llegar a ser más relevante que el qué. Todos estamos de acuerdo en que la educación es una gran herramienta para adquirir conocimientos, pero la forma en que ésta se lleva adelante por lo general impide un incremento en la inteligencia en la mayoría de los educandos (la palabra "alumno" puede generar confusiones, ya que la educación no sólo se imparte en instituciones escolares).

Los métodos de aprendizaje por memoria, concentración extrema y repetición instantánea de lo aprendido suelen atentar contra nuesta capacidad de ser más inteligentes, si consideramos que la inteligencia no es otra cosa más que la "facultad de conocer, analizar y comprender". Si desmenuzamos la concepción anterior y tomamos cada uno de sus tres verbos, podemos llegar a entender el trasfondo de esta temática:

- Conocer. La educación actual, al menos en Argentina, cumple básicamente con esta función de dar a conocer hechos, datos, fechas, reglas. Sin embargo, podemos decir que rara vez contribuye a incentivar la curiosidad por el conocimiento y la avidez de novedades, debido al aburrimiento que puede generar la acumulación de datos fríos y el podo dinamismo que generan en la comprensión de dicha temática.

- Analizar. Para analizar algo que se conoce por primera vez hace falta una herramienta que suele escasear en los tiempos que corren: el tiempo. El tiempo no sólo nos da la posibilidad de estudiar detalladamente todos los elementos que componen una temática, sino también la posibilidad de contrastar los resultados del análisis con la realidad y con nuestros propios pre-conceptos o conocimientos relativos previamente adquiridos. Del mismo modo, el tiempo nos ayudará también a identificar el espacio conceptual donde lo aprendido puede llegar a ser aplicable de manera exitosa y, en caso de comprobar que esa elección no es la mejor, reintentar el análisis y su potencial aplicación fáctica. En resumen, el tiempo nos da la posibilidad de conocer en profundidad los elementos que forman parte del objeto de estudio, de "testearlos" y compararlos con lo que ya sabemos y de corregir ciertos problemas relacionados con su aplicación en el mundo real.

- Comprender. Me gusta la frase "lo que no se comprende, no se termina de aprender". No sé si la inventé o la robé inintencionadamente, pero resume perfectamente lo que quiero decir aquí. No tiene sentido descubrir algo nuevo y analizarlo detalladamente si luego no es comprendido fielmente. Lo que es peor, una mala comprensión puede derivar en errores importantes en el futuro, cuando ese nuevo conocimiento deba ser aplicado. Para comprender un nuevo conocimiento, si bien es necesario transitar los pasos anteriores, se necesita de un buen educador, que pueda brindar los ejemplos y aplicaciones potenciales que ese conocimiento tenga, de la manera más didáctica posible.

Como podemos ver, el proceso para un aprendizaje efectivo y que sí redunde en un incremento de la inteligencia, es demasiado complejo e incluye una serie de factores muy difíciles de resumir en un sólo post. Sólo quisiera agregar que hay además un elemento importantísimo que suele darse por descontando y que ayuda a potenciar la inteligencia de los seres humanos de manera incalculable. Ese factor no es ni más ni menos que la experiencia personal, el famoso "probar, equivocarse (o no) y aprender". Esto no se aprende en ninguna institución educativa y solamente puede llegar a ser adquirido por vivencias personales o por relatos de otras personas, la mayoría de las cuales carecen del expertise que poseen los educadores. Por eso es muy importante prestar atención no sólo a ellos sino también a las situaciones nuevas por las que pasamos periódicamente. Allí se encuentran las fuentes más ricas que pueden contribuir a convertirnos en seres más inteligentes.

De este modo, algún podremos llegar a entender que "No siempre es más inteligente quien está mejor educado".


Más información: Los negocios que hace el cerebro (Revista Ñ)

viernes, 10 de agosto de 2012

El Equipo de las Realidades



Hoy, la selección argentina de básquet (más conocida como "la Generación Dorada") se vuelve a enfrentar (por 3era vez consecutiva) frente al combinado estadounidense por las semifinales de un Juego Olímpico.

Siendo este el último torneo grande de esta generación de jugadores inigualable, creo que es un gran momento para hacer un repaso sobre su leyenda, incluso antes de saber cuál será su posición final en la competencia. Claramente, el resultado de los últimos dos partidos, no cambiarán ni un ápice el contenido de este post.

Paradójicamente, podríamos decir que esta selección se forjó y dio su primer gran golpe frente a un combinado estadounidense compuesto por (grandes) jugadores de la NBA. Allá lejos en el Mundial de Indianápolis 2002.

Por una cuestión más comercial que relacionada con su performance real, a ese seleccionado norteamericano, y al actual también, se lo denomina Dream Team o "el Equipo de los Sueños". Como todos sabemos, Dream Team hubo uno solo y ganó "caminando" (aunque "volando" quedaría mejor) las Olimpíadas de Barcelona '92.

Sin embargo, diez años después de esa presea dorada, un grupo de jugadores hijos de la Liga Nacional de Básquetbol, concebida e impulsada por el gran León Najnudel, le demostró al mundo entero por primera vez que el mote de "Equipo de los Sueños" ya era obsoleto. Y qué decir sobre lo que sucedió dos años después en Atenas.

En ese momento, el Dream Team debió cederle el trono definitivamente al "Equipo de las Realidades". Más allá del juego de palabras, esa es la denominación que para mí mejor refleja a este conjunto de jugadores talentosísimos, luchadores, muy inteligentes y, por sobre todo, humildes.

Obviamente, sin sueños es difícil obtener realidades. Pero con los sueños solos no alcanza. Se necesita un proyecto (que puede no estar definido desde un comienzo, pero sí desarrollarse y mejorarse a lo largo del tiempo), se necesita material humano (dirigentes, técnicos y jugadores) y por supuesto se necesita confianza. Esto, más un poco de suerte, crea el cóctel para el éxito.

Y aquí surge otra característica de este equipo inolvidable. Algo a lo que los argentinos no estamos acostumbrados en ningún ámbito (deportivo, político, económico, social): el éxito sostenido en el tiempo. Son muchos los casos de equipos o deportistas individuales (a nivel mundial) que, una vez alcanzada la cima, comienzan un más o menos rápido descenso en sus performances. Es lógico, encontrar motivación puede resultar más dificultoso.

Bueno, estos tipos nunca perdieron la motivación. Siempre se crearon nuevos retos, nuevos desafíos que los impulsaron (y aún hoy lo siguen haciendo) a continuar siendo parte de la elite. A ser referentes no sólo de su deporte sino de todo el país. Sus realidades siguen alimentando nuestros sueños de ser mejores, de superar las adversidades, de creer en el largo plazo, de que la solidaridad logra que el todo sea más que sus partes, de que nadie es imprescindible pero a la vez todos juntos lo son.


Sabemos que los sueños alimentan los grandes logros. Pero las realidades los eternizan.

Ojalá que esta Generación que soñó mucho pero realizó aún más, se despierte al fin este lunes a la mañana... con una medalla colgando.

Island of Dreams



There is a sound that surround us,
a sound of visions and feelings
about two lost suns in a solitary island.
An Island of Dreams
with theaters built inside Magic Kingdoms.
We are actors in those enigmatic places
and our roles are full of pain and death (just like Hamlet).
But there is a sort of magic dust in my eyes
and now I can see the real meaning of my act(s):

I have been blinded by eclipses on my soul,
induced by myself in sacrifice to you (and our Island).
I didn't see the real purpose of your love
and I never cared for it (because we all were right).
Now it's time to climb this mountain (the highest of the Island)
to find you smiling in the top of the sky.

And then I could love you
and surround you
with the Sound of our Dreams.



jueves, 2 de agosto de 2012

Confesiones de un Loco



Subo hasta la cornisa del amanecer 
para profanar mi derecho a nacer. 
Me despojo de mis latidos otra vez, 
creyéndome iluso, joven en la vejez. 

Despejo los cielos grises de la discordia 
hasta encontrar las razones de mi parodia. 
Camino por mis huellas ya borradas, 
en mi ascenso creo oír sus carcajadas. 

Lloro sangre en la cordillera de la risa, 
cada día me diluyo más en esta cornisa. 
Amanezco cada noche, lo que no es poco. 
Estoy muriendo. Confesiones de un Loco.