domingo, 11 de noviembre de 2012

Un Gobierno ATL



El de Cristina Fernández de Kirchner es un gobierno que, en términos publicitarios, vive pensando en ATL. Para los neófitos, cabe aclarar que ATL (del inglés "Above The Line") es el tipo de publicidad que utiliza medios publicitarios convencionales, a saber:

  • Televisión
  • Gráfica (diarios y revistas)
  • Radio 
  • Vía Pública
Cuando digo "pensar" no me refiero solamente a que el gobierno utiliza estos medios para publicitar sus supuestos "logros" y propuestas, sino a que también sus ataques se centran en empresas que poseen medios relacionados con el ámbito ATL. El Grupo Clarín es el más claro (y poderoso) exponente.

Los kirchneristas suelen darle una gran importancia a los medios convencionales como presuntos formadores de opinión, además de ser los principales transmisores y diseminadores de ideologías, ya sean estas propias, de otras expresiones políticas o del ámbito privado. Apuestas como las de la Ley de Medios, que muchos esperan tenga su súmmum el 7D, confirman esta acepción.

Por otro lado, también debemos reconocer que el peronismo y sus derivados han sabido utilizar ciertas herramientas BTL ("Below The Line") para mostrar y consolidar su poderío sobre las masas. Esto puede verse reflejado en las diversas manifestaciones (auténticas o inauténticas) que han organizado a lo largo de su historia y en todo el sistema de "merchandising" y "marketing de guerrilla" que las rodearon.

Sin embargo, la manifestación del jueves pasado nos ha demostrado que el gobierno nacional, al igual que muchas grandes empresas y agencias de publicidad del país, aún no han sabido (o no han querido) asimilar el nuevo paradigma comunicacional de este tiempo: Internet.

Sin la presencia de la redes sociales, hubiera sido difícil no sólo "organizar" (por llamarlo de algún modo) la manifestación sino que también hubiera resultado débil la propagación de los mensajes que convocaban a la misma. Más allá de la falta de homogeneidad en los preceptos de aquellos que participaron en la marcha, hubo un concepto que unificó todas las temáticas de la protesta y que conectó transversalmente todos los reclamos: el "hagámonos escuchar".

Ese precepto, además de aunar las temáticas y pensamientos en la etapa previa a la manifestación, fue el que luego impulsó a la ciudadanía a salir la calle.

Y es aquí donde finalmente el mundo virtual se conectó con el real, para crear un modo comunicacional que, a mi entender, va a marcar el mundo los próximos años: la interconexión Online<-->Offline. Porque si algo nos mostró el #8N (nomenclatura que se identifica con las redes sociales) es que la comunicación que no incluya y se retroalimente de ambos "mundos" perderá no sólo fuerza sino también cohesión.

Es por eso que resulta interesante pensar en cómo será nuestro país una vez que la "Operación 7D" se concrete, ya que creo firmemente en que la descomposición de los multimedios ATL (en caso de darse) no afectará seriamente los modos de pensar y expresarse de la mayor parte de la sociedad, ya habituada a informarse, compartir y debatir a través de la red de redes. Es decir, la desaparición o mutación de diarios, revistas, canales, programas de TV y radio; no cambiará dramáticamente la sociedad ni la hará más justa y plural como arguye el oficialismo, porque eso es algo que ya se logró gracias a Internet, y a la gente que la usa, por supuesto. 

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