miércoles, 30 de noviembre de 2011

Del por qué nuestra democracia es obsoleta.



Viendo iniciativas como ésta o casos como éste (EDIT: Finlandia también esta avanzando en ese sentido), me es inevitable pensar en la obsolescencia de nuestro sistema "democrático", por llamarlo de alguna manera.
Y cuando digo que el sistema es obsoleto, no me refiero sólo a casos de corrupción, coimas, candidaturas testimoniales, fueros que impiden juicios o incongruencias como que Menem siga siendo Senador, sino también a la posibilidad que tenemos los ciudadanos de involucrarnos en la toma de decisiones y en la proposición de cambios profundos en nuestra sociedad.
Obviamente, esto va a depender del desarrollo y la penetración de la tecnología, y de la universalización del acceso a la misma.
Ponete a pensar un segundo, si en pocos años podemos hacer que nuestras ideas y opiniones lleguen a todos los que habitan una ciudad, un partido, una provincia o un país ¿para qué vamos a necesitar "representantes"? Y más si hablamos de nuestros actuales "representantes", que ganan mucho (por derecha e izquierda) y hacen realmente muy poco.
Del mismo modo, podríamos convertirnos en los verdaderos "soberanos", evitando la concentración de poderes, personalismos y la unilateralidad de la toma de decisiones y su implementación.
Si pudiéramos "reunirnos" en el cyberespacio para proponer, discutir y decidir acciones conjuntas, sólo necesitaríamos de un grupo nutrido de expertos y técnicos que implementen (auditados, por supuesto) las decisiones tomadas.
Esto también nos permitiría pasar de una democracia "cuantitativa" (donde sólo cobran relevancia los números -elecciones, votos en el congreso, porcentajes, presupuestos, asignaciones, etc.-) a una más "cualitativa", que abarque todos los matices de cada problemática, cargando el debate de contenidos.
 Puede parecer utópico hoy, sin embargo hay gente que ya está pensando en la sociedad "posdemocrática":



miércoles, 23 de noviembre de 2011

Renuncio a mis subsidios...



... si puedo obtener un crédito hipotecario a tasa fija de un dígito, en pesos, en un banco estatal.
... si puedo atenderme como un ser humano en algún hospital público.
... si puedo salir a la calle sintiéndome seguro.
... si puedo acceder a productos básicos a los precios que indica el INDEC.
... si puedo viajar como una persona en el transporte público.
... si puedo obtener las mismas tasas de plazo fijo que nuestros funcionarios.
... si puedo darles a mis hijos educación pública de calidad.
... si puedo ahorrar de la manera que yo elija.

Eso, nada más.

martes, 22 de noviembre de 2011

Subsiodiados


Leyendo esta interesante nota de Martín Caparrós me di cuenta de que la cuestión de los subsidios, además de obligar a replantear las políticas estatales, nos interpela a cada uno de los ciudadanos de este país.

El hecho de ser uno mismo quien deba definir (no decidir, eso lo harán aquellas personas que aprueban la inflación del INDEC)si es merecedor de un subsidio o no, nos obliga a un ejercicio de introspección bastante interesante.

Por una vez, la política nos individualiza, haciéndonos salir de la "masa". Sin embargo, la presencia de los "otros" está siempre ahí. "¿Por qué le quitan subsidios a unos sí y a otros no?" "¿Por qué yo, que trabajo todo el día, debo esforzarme aún más y los que viven de planes sociales siguen 'disfrutando' de la baby sitter estatal?"

Para ley y la Constitución, todos somos iguales. Cuando empezás a discriminar quién se merece qué y quién no, las problemáticas surgen solas. Y comienzan a enfrentar a la gente. Y todos nos empezamos a mirar de reojo.

Si las mecánicas no están claras, y las verdaderas intenciones tampoco, el riesgo de un descontento social crece. Y todos sabemos que nadie sabe cómo eso puede terminar.

Yo, por lo pronto, me sigo preguntando si merezco los subsidios o no. ¿Y vos?

martes, 8 de noviembre de 2011

Subsidios o Progresismo

La discusión sobre los subsidios y su eliminación ya está planteada. Dejó el campo de la especulación para pasar al de la realidad. Muchas voces alarmistas anuncian un aumento de casi el 400% en el transporte metropolitano, otros dicen que "el sinceramiento" se dará más gradualmente. Pero creo que la discusión de fondo es otra. Piénselo bien ¿quiénes son los únicos que salen ganando con los subsidios y sin ellos? Sí, los empresarios. Con los subsidios, ganan dinero sin la necesidad de brindar un mejor servicio ni hacer las inversiones pertinentes, de hecho tienen más excusas para no hacerlo. Sin los subsidios y con el consecuente ("lógico" dirían muchos) aumento de los boletos, la ganancia también asegurada. Un gobierno que se tilda de "progresista" y un porcentaje alto de la sociedad que, al parecer, simpatiza con esa idea debería llevar la discusión hacia ésta última arista. La pregunta es ¿cómo "redistribuimos" la riqueza en serio, beneficiando a la población trabajadora y no sólo a los empresarios? Creo que una buena y "progresista" idea sería crear una ley donde el costo del transporte sea incluido en el salario. Sí, sé que sería una discusión ardua y compleja, imagino un argumento como "entonces los empresarios no contratarían a las personas que viven muy lejos". Tiene su parte de razón, pero también calculo que esto último también ayudaría a descentralizar las actividades y ayudar al crecimiento de la periferia. Como dije, es una discusión muy compleja, pero que creo que debe darse, más cuando estamos en un gobierno "progresista". No sé si hay ejemplos en otros lugares del mundo. Es una buena oportunidad para ser pioneros en algo, entonces.